¿Los periquitos son sensibles al ruido?

Los periquitos son una de las especies de aves más populares que tenemos en casa.

A pesar de su estatura pequeña y menuda, nuestros amigos emplumados también pueden hacer ruidos muy fuertes, lo que no siempre es agradable para nosotros como sus dueños, por ejemplo cuando a nosotros mismos nos gustaría ver la televisión o tomarnos un descanso en el sofá.

Pero, ¿cómo soportan los periquitos los ruidos fuertes a los que están expuestos procedentes de la televisión, la radio u otros ruidosexteriores?

En este artículo responderemos a esta pregunta y le daremos algunos consejos para que usted y su periquito tengan un sueño reparador.

El sentido del oído de los periquitos

El sentido del oído es uno de los sentidos más importantes de los periquitos y abarca una gama de frecuencias de 40 a 20.000 hercios. En comparación, el sentido del oído humano puede percibir sonidos en la gama de frecuencias de 20 a 16.000 hercios.

Debido a su sentido de la vista menos desarrollado, necesitan el oído, sobre todo de noche, para orientarse y localizar a tiempo a posibles enemigos. Las características anatómicas de los periquitos sugieren, por tanto, que son más sensibles al ruido, lo que también se refleja en su comportamiento como animales voladores.

Sin embargo, la intensidad de la sensibilidad puede variar de un animal a otro y también puede variar en función del ruido.

Por lo tanto, sólo podrá averiguar el grado de sensibilidad de su periquito probándolo. No obstante, debe tener cuidado de no exponer a su mascota a un estrés innecesario para no aumentar el riesgo de lesiones o enfermedades.

Para comprender la reacción de su periquito, debe diferenciar siempre entre ruidos familiares y desconocidos y no despreciar el volumen.

Los sonidos familiares tenderán a motivar a su periquito a unirse a una melodía más que un sonido desconocido, que es más probable que le haga callar o incluso le sobresalte.

También debe evitar exponer constantemente a su mascota a un volumen alto, ya que no sólo daña su sentido del oído, sino que además le provoca una inquietud permanente. Sin embargo, lo que todos los periquitos tienen en común es que necesitan descansar más en determinadas situaciones, como cuando duermen o están enfermos.

Pero, ¿cómo duermen realmente los periquitos?

Los hábitos de sueño de los periquitos

En cuanto a los hábitos de sueño, los periquitos de nuestras latitudes siguen teniendo los mismos requisitos que sus parientes australianos que aún viven en libertad.

Esto incluye dormir al menos diez horas por noche y dormir en un lugar lo más oscuro y tranquilo posible.

Los puntos mencionados tienen una importancia fundamental para la salud de su periquito, ya que un sueño nocturno permanentemente perturbado conduce a un mayor nivel de estrés y, por tanto, también a una mayor susceptibilidad a enfermedades de todo tipo.

Además, los pájaros procesan durante la noche lo que han vivido durante el día, de forma similar a nosotros, los humanos. Es posible que oiga ruidos o movimientos diferentes de sus periquitos, pero esto es completamente normal.

Algunos periquitos hacen una especie de ronquido cuando duermen. Esto se debe al movimiento del pico, similar a la forma en que los humanos rechinamos los dientes. En principio, el roce de las mitades del pico no es perjudicial, pero si se produce de forma excesiva junto con otros problemas, por ejemplo al comer, debe consultarse con un veterinario especializado.

Pero, ¿cómo instalar el dormidero ideal para que mi periquito pueda disfrutar de un sueño reparador?

El nido ideal para los periquitos

Como ya se ha dicho, los periquitos no son animales nocturnos y tienen ciertos requisitos en cuanto a su zona de descanso.

Las jaulas o pajareras suelen estar situadas en nuestros ajetreados salones.

Aunque esto tiene la ventaja de que estamos en contacto constante con nuestros amigos emplumados durante el día, perturbamos su importante sueño viendo la televisión u otras actividades.

Por eso es aconsejable tener a los pájaros en una habitación separada o elegir una que se utilice menos, sobre todo por la noche.

El segundo punto importante se refiere a la luminosidad de la habitación. Tanto los meses de invierno, cuando compensamos la falta de luz exterior con iluminación artificial, como los de verano, con sus tardes a menudo largas y luminosas, perturban el sueño de nuestros periquitos.

Además de evitar las fuentes de luz encendidas en las inmediaciones de la jaula, se han impuesto el cierre de las ventanas con persianas o contraventanas y las mantas de luz colgadas sobre el recinto.

No obstante, hay que procurar que la habitación no quede completamente a oscuras. Debido a su escasa visión, sus pájaros pueden asustarse por la noche, lo que puede hacer que se lesionen gravemente en el recinto.

Por eso, en la práctica han resultado eficaces las luces nocturnas tenues que no parpadean ni titilan, ya que esto agita aún más a los animales.

Si está pensando en cubrir la jaula de sus periquitos con una manta, asegúrese de elegir una versión ligera que siga permitiendo un suministro de aire óptimo. Cubrir completamente la jaula no es necesario en la mayoría de los casos y es más probable que provoque malestar en su bandada de pájaros.

Además de las condiciones externas, que son esenciales para un sueño reparador, el equipamiento de la pajarera también desempeña un papel que no debe subestimarse. Por su naturaleza, los periquitos prefieren un lugar para dormir lo más alto posible. Además, cada pájaro debe tener su propia zona para dormir, que debe consistir en un columpio o una percha. A pesar de ser muy sociables, sus periquitos agradecerán tener su propio lugar al que retirarse por la noche y no tener que compartirlo con otros pájaros de la misma especie.

Lo esencial para usted y su periquito

A pesar de que la sensibilidad de cada periquito al ruido es individual, debe asegurarse de que haya suficiente paz y tranquilidad dentro y alrededor de la jaula, tanto de día como de noche.

La máxima prioridad deben ser siempre las características de su pájaro o pájaros, para lo cual debe guiarse por los hábitos evolutivos de su especie.