Como los jerbos se crían dentro de casa, surge con razón la pregunta de si son mascotas malolientes.
¿La respuesta?
Depende. Pero compruébelo usted mismo…
¿Apesta el jerbo?
No, con los cuidados adecuados, los jerbos no apestan en absoluto. Estos animales son muy limpios por naturaleza y son meticulosos a la hora de mantenerse limpios ellos mismos y su pelaje.
Si te aseguras de limpiar el recinto a intervalos regulares, apenas notarás el olor de tus jerbos.
¿Por qué los jerbos no apestan en comparación con otros ratones?
Una vez que te das cuenta de cómo es el hábitat natural de los jerbos, esta pregunta casi se responde sola.
Los jerbos son jerbos mongoles, lo que significa que viven en la estepa de Mongolia.
Estos animales están acostumbrados al calor y a la sequedad, y soportan bien estos factores. Por eso no es de extrañar que tus jerbos beban muy poco en comparación con otros ratones.
Esto se debe a su naturaleza, ya que están diseñados para tener que arreglárselas con poco líquido.
Los que beben menos también tienen que orinar con menos frecuencia, algo lógico.
Esto también se nota en términos de olor: Mientras que el terrario de otros ratones debe limpiarse al menos una vez a la semana, una limpieza quincenal es suficiente para los jerbos.
El baño de arena debe limpiarse, por supuesto, todos los días. Sin embargo, basta con quitar los grumos todos los días y cambiar completamente toda la arena una vez a la semana.
Pero, ¿cuál puede ser la causa de que tus jerbos sigan oliendo de forma muy desagradable?
¡Ahora te lo contamos!
5 razones por las que tu jerbo puede oler mal
Causa 1: Tu mascota está enferma
Los jerbos enfermos a veces desarrollan un olor propio muy fuerte.
Los problemas digestivos infecciosos asociados a la diarrea, en particular, suelen ir acompañados de un fuerte olor.
También es posible que tu jerbo padezca una enfermedad renal y, como consecuencia, consuma más agua y orine más.
Si observas que tu jerbo bebe más agua, es aconsejable que lo lleves al veterinario, ya que los problemas renales no deben tomarse a la ligera, pues pueden costarle la vida
Causa 2: Hay que cambiar los muebles
La madera auténtica y sin tratar tiene la gran ventaja de que tus jerbos no sufrirán daños al roer los muebles.
Sin embargo, también tiene una desventaja: la madera sin tratar absorbe el olor de la orina excretada y lo almacena con el tiempo. Esto significa que su recinto puede oler a orina aunque acabe de limpiarlo.
Por lo tanto, comprueba si el olor se ha asentado en la madera y sustituye el mobiliario afectado por otro nuevo si es necesario.
Causa 3: Tus jerbos envejecen
Por muy bien que cuides a tus jerbos, no podrás evitar que envejezcan. A medida que envejecen, aumentan sus dolores y molestias, su movilidad se ve limitada y los jerbos se limpian con menos frecuencia que antes.
Como resultado, tus animales pueden desarrollar un olor bastante característico.
Este es el curso natural de las cosas y no puedes cambiarlo.
Sin embargo, asegúrate de que tu jerbo tenga acceso a un baño de arena limpia en todo momento para que pueda, al menos, acicalarse un poco el pelaje.
Causa 4: Utilizas un lecho inadecuado
Un lecho de alta calidad es lo mejor para mantener a los jerbos y evitar los malos olores.
Como la calidad puede variar mucho de un fabricante a otro, puede que tengas que probar varias marcas antes de encontrar el lecho adecuado.
La ropa de cama de alta calidad se reconoce porque es muy absorbente y apenas genera polvo.
No sólo tu nariz, sino también tus jerbos te lo agradecerán si prestas atención a la ropa de cama de alta calidad; después de todo, éste es su hábitat, del que no pueden simplemente huir si no les gusta.
Causa 5: Tu jerbo está estresado
Los jerbos muy estresados desprenden un olor desagradable. Sobre todo si este estado persiste durante mucho tiempo.
También es posible que tu animal consuma menos agua de lo habitual debido al estrés, lo que aumenta el contenido de amoniaco en la orina y provoca el olor.
Asegúrese de que su grupo armoniza entre sí, de que sus corredores duermen lo suficiente y de que se encuentran en un lugar tranquilo, sin ruidos ni mucho alboroto.
Las enfermedades físicas y el dolor también pueden causar estrés en tu jerbo
3 consejos que pueden prevenir un olor desagradable
Consejo 1: Una dieta sana
Una dieta adecuada juega un papel importante a la hora de que tus jerbos empiecen a oler mal o no.
Después de todo, ¡los problemas digestivos no son ninguna broma!
Si algo va mal en este sentido, también se manifestará en un olor desagradable.
Como los jerbos se alimentan de comida «seca», como hierbas, raíces, gusanos de la harina, etc., la comida en sí no debe desprender un olor desagradable.
En la medida de lo posible, hay que evitar los pellets y la comida precocinada, ya que suele ser muy difícil de digerir para los jerbos. En su lugar, opte por comida fresca
Consejo 2: Revisiones periódicas en el veterinario
Nunca está de más llevar a tus jerbos al veterinario cada cierto tiempo para comprobar su estado de salud general.
Así te asegurarás de que las enfermedades potencialmente peligrosas se detecten y traten en una fase temprana.
Tu jerbo estará muy agradecido por estas revisiones, ya que probablemente le evitarás mucho sufrimiento. También puedes evitar que tu jerbo se ponga tan enfermo que empiece a apestar.
No obstante, debes concertar una cita adicional con el veterinario inmediatamente si notas que tu jerbo huele raro.
Consejo 3: Ventila regularmente
A los jerbos no les gustan las corrientes de aire, pero no ventilar nunca tampoco es una solución
Por lo tanto, es conveniente ventilar la habitación donde se encuentra tu jerbo todas las mañanas y todas las noches durante 10 ó 15 minutos cada vez. De este modo, la habitación estará bien ventilada y será más difícil que se instalen olores desagradables.
Además, a tus jerbos no les hará mucha gracia tener que pasar su vida en una habitación mal ventilada. La ventilación de choque es recomendable en cualquier época del año y tiene muchos efectos positivos para ti y para tus jerbos.