Las garras de un hámster son una parte del cuerpo esencial y de uso frecuente para estos pequeños roedores. Por desgracia, muy pocos propietarios saben cómo cuidarlas correctamente.
¡Ponga fin a esta situación!
En este artículo, te contamos las 5 cosas más importantes que debes saber sobre las garras de los hámsters.
Vamos allá
La garra del hámster: características y curiosidades
Los hámsters tienen cinco dedos en cada pata y, por tanto, también cinco garras. El número total de garras es, por tanto, 20.
Las garras están hechas de queratina, también conocida coloquialmente como cuerno. Por eso son fuertes y relativamente resistentes. Como resultado, ayudan a los animales a cavar, pero también pueden utilizarse para sujetar comida y en peleas o defensa.
También son cruciales para acicalarse.
Pero cuidado: unas garras demasiado largas pueden provocar la pérdida del pelaje. Aquí encontrará más información sobre este tema
Las garras pueden ser transparentes, blanquecinas, marrones, grisáceas o incluso negras. A lo largo de la vida, el color suele cambiar y oscurecerse. Esto es completamente natural y no hay de qué preocuparse. Sin embargo, dificulta su recorte en caso necesario.
Una uña de hámster demasiado larga: ¿qué hacer?
En la naturaleza, los hámsters recorren varios kilómetros noche tras noche. Caminan por numerosas superficies diferentes, excavando, excavando madrigueras y trepando. También pueden mover piedras o arañar ramas en busca de comida. Todo esto hace que sus garras se desgasten y mantengan una longitud adecuada.
Sin embargo, mantenerlos en una jaula o en una casa para hámsters plantea varios problemas.
En primer lugar, no suele haber espacio suficiente para que el animal corra. Aunque una rueda para correr proporciona ejercicio, no sustituye a las distintas superficies.
Una jaula estándar para hámsters tampoco ofrece muchas posibilidades de añadir diferentes revestimientos al suelo. Por desgracia, las virutas de madera y el material blando para revestir la casa dormitorio suelen ser las únicas superficies disponibles para los animales.
El resultado es que las garras no pueden desgastarse y, por tanto, se vuelven demasiado largas. Esto puede no sonar alarmante al principio, pero alberga una serie de peligros:
- mayor riesgo de rotura y desgarro
- Las garras pueden convertirse en un factor perturbador
- posible restricción de movimientos o postura incorrecta
- Aumenta la probabilidad de inflamación
Las garras pueden crecer tanto que se retuercen como un sacacorchos y ya no es posible caminar con normalidad. Esto puede causar un dolor considerable y también puede tener un impacto negativo en el sistema musculoesquelético.
La prevención adecuada
Para prevenir estos problemas, debe prestar atención a algunos factores cuando tenga a su mascota.
Ofrezca a su mascota superficies diferentes y naturales que cambien constantemente. La piedra, la madera dura en forma de ramitas, ramas y trozos de árbol, la arena y las posibilidades de trepar son ideales. Incluso puede ofrecerle tierra para que escarbe y cree madrigueras.
Es importante esterilizar previamente el sustrato a 100 °C en el horno o el microondas. Así se eliminan gérmenes y plagas.
La gama de materiales diferentes anima a su hámster a hacer ejercicio, evita el aburrimiento y le ofrece la oportunidad de afilar y ejercitar sus garras.
Incluso la presión de caminar sobre suelos con diferentes grados de dureza tiene un efecto positivo sobre las garras y el sistema musculoesquelético.
Piedras de afilar para un cuidado ideal de las garras
Ya hemos mencionado diferentes superficies. Sin embargo, existe otra opción que es específicamente adecuada para acortar las garras.
Se trata de las llamadas piedras de afilar (también conocidas como piedras para roedores o piedras de rascar).
Se distingue entre piedras solubles, que también sirven para proporcionar minerales a los animales, y variantes duraderas, que también pueden utilizarse como placa refrigerante en verano, por ejemplo.
Las superficies rugosas son una especie de combinación de lima de uñas y rascador para gatos. Incluso un paseo corto pero regular sobre ella acorta las uñas de forma eficaz. También se desgastan al estirarlas o jugar sobre o contra la piedra.
¿Puedo o debo cortar las uñas de mi hámster?
La respuesta a ambas preguntas es claramente sí
Si las garras se han vuelto demasiado largas y ya se están doblando hacia los lados, definitivamente debe tomar medidas correctivas.
En este caso, ya no basta con ofrecer materiales para desgastarlas. Esto se debe a que la punta de la garra ya no golpea el suelo de forma que pueda desgastarse uniformemente.
Por lo tanto, es necesario cortar las garras.
Cómo cortar correctamente las garras de un hámster
Paso 1: Encontrar un ayudante
Cortar las uñas de los hámsters no es sencillo. Estos animales son pequeños, asustadizos, fieros y, por desgracia, fáciles de herir.
Por lo tanto, lo mejor es encontrar un ayudante para el procedimiento que pueda sujetar a su hámster de forma segura sin causar dolor al animal.
Si no es posible, consulta a un veterinario. Así aprenderás a cortar las uñas de tu hámster tú mismo y también contarás con la ayuda de un experto.
Paso 2: Garantizar una protección suficiente
A tu hámster no le hará ninguna gracia que le corten las uñas. Así que prepárate para las mordeduras.
Por eso, la persona que sujete al animal debe llevar guantes de trabajo y un dedo debajo de la cabeza del hámster. Si es posible. Los hámsters enanos son especialmente difíciles de sujetar.
Paso 3: Encontrar la vida
La llamada vida de una garra es un vaso sanguíneo que recorre toda la longitud de la garra.
Si se corta, puede producirse una hemorragia abundante. Con un cuerno transparente o de color claro, el vaso puede reconocerse fácilmente y evitarse.
Es más difícil con garras de pigmentación oscura. En este caso, puede ser útil una pequeña linterna que se sostenga directamente contra la garra desde atrás o desde abajo.
Entonces podrá ver el final de la vida cerca de la punta y ajustar el corte en consecuencia. Siempre y cuando el hámster se quede quieto.
Paso 4: Utilice la herramienta de corte adecuada
Los alicates de uñas para animales pequeños con cuchillas afiladas y limpias son ideales. Las puntas redondeadas reducen el riesgo de lesiones.
Además, mantienen una distancia suficiente con el dedo correspondiente.
¿Con qué frecuencia debo recortar las uñas de mi hámster?
Por regla general, es mejor cortar las puntas de las garras con frecuencia que quitar grandes secciones con menos frecuencia. Así se evitan posturas incorrectas, dolores y otros riesgos.
Además, la vida de las garras disminuye.
Por lo tanto, puede tener sentido cortar sólo un milímetro cada vez, pero utilizar las tijeras para uñas cada semana o cada quince días.
Sin embargo, tu objetivo debe ser permitir que las garras de tu hámster se desgasten y se desprendan por sí solas para que no tengas que cortarlas. Así que empieza por cambiar la distribución de la casa del hámster para que no tengas que seguir cortando las garras de un animal sano.
Las excepciones son, por supuesto, las lesiones, discapacidades o enfermedades en las que hay una falta de peso en una pata o poco movimiento. En estos casos, el recorte regular es esencial.
El recorte siempre es aconsejable si las garras se doblan demasiado o incluso se deforman lateralmente.
Las uñas crecen muy deprisa, ¿es motivo de preocupación?
Los hámsters tienen un metabolismo rápido. Digieren rápido, se desarrollan rápidamente e incluso sus dientes de roer vuelven a crecer.
En la naturaleza, las garras de crecimiento rápido también tienen una ventaja evolutiva para los animales: como los hámsters cavan y corren mucho, la sustancia ungueal tiene que renovarse en poco tiempo.
El impresionante crecimiento es, por tanto, normal, pero a menudo no es perceptible. Este es al menos el caso si los animales tienen la oportunidad de cuidar sus uñas de forma natural.
Lesiones y enfermedades típicas de las uñas de los hámsters
Cuidar las garras de tu hámster es mucho más que cortarlas.
Del mismo modo que puedes romperte una uña o infectarse el lecho ungueal, los roedores no son inmunes a este tipo de problemas.
#nº 1: Garra arrancada
Si una garra se ha arrancado de tal forma que no se ha producido hemorragia, basta con un ligero recorte. Retire el extremo deshilachado para evitar que se siga enganchando o que la suciedad se atasque en él.
Sin embargo, si una garra se ha arrancado de tal forma que se ha dañado el vaso sanguíneo, debes consultar a un veterinario. Esto crea un punto de entrada para patógenos, lo que puede provocar una infección.
Si la hemorragia es más grave, debes aplicar una esponja hemostática, como una almohadilla de gel, sobre la herida o detener la hemorragia con celulosa y presión.
El tratamiento veterinario siempre es necesario si
- la hemorragia no se detiene
- la garra sobresale en un ángulo antinatural
- la uña está muy suelta o cuelga de la piel
- la pata está visiblemente dañada
Prevención
Lo ideal, por supuesto, es evitar que llegue tan lejos. Es importante evitar el riesgo de lesiones.
Por ejemplo
- garras demasiado largas
- Barras
- juguetes inseguros
- suelo inestable
Si reconoce una garra rota o arrancada en una fase temprana, se puede administrar el tratamiento adecuado. A menudo, la garra vuelve a crecer aunque haya que arrancarla.
Si no se aplica ningún tratamiento, existe un riesgo.
Así que vigile de cerca a su mascota
Si se le escapa una pata de forma llamativa o si encuentra sangre en la jaula o en el pelaje, debe realizar urgentemente un chequeo. Porque aunque se trate de una herida leve, puede acarrear problemas graves.
El contacto con las heces y la orina de tu mascota es un hecho, incluso en una jaula que se limpia con frecuencia y se mantiene en buen estado. Esto aumenta el riesgo de infección.
#nº 2: Garra inflamada
No existe tal cosa como una garra de hámster inflamada. Sin embargo, el dedo respectivo puede inflamarse. Las causas pueden ser
- Lesiones en la piel o la pata
- Infecciones por hongos en las uñas
- uso excesivo o incorrecto de la pata
- Lesiones en la vida de la uña
Los factores de riesgo son similares a los de un desgarro de uña.
Sin embargo, la inflamación también puede producirse si se utilizan tijeras sucias para acortar la uña o si los agentes patógenos consiguen entrar en la vida y, por tanto, en el torrente sanguíneo por otros medios.
Los signos de inflamación son
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- secreción purulenta
- Formación de costras
- Aparición de calor
El hámster también cuidará la pata al caminar y puede limpiarla o roerla con más frecuencia.
El tratamiento es necesario para evitar que la infección se extienda y se convierta en un peligro para la salud.
Importante: Si la uña ha adquirido un color amarillento y se ha engrosado, suele tratarse de hongos en las uñas o en las garras. Por lo tanto, debe utilizarse un fungicida. El tratamiento es relativamente largo, pero suele ser sencillo.
En otros casos, puede utilizarse un antibiótico que se aplica externamente o se administra por vía oral.
En ambos casos, es importante mantener la jaula limpia y vigilar de cerca la evolución de la inflamación. De este modo, si la inflamación empeora, puedes consultar de nuevo a un veterinario en una fase temprana y ajustar el tratamiento en consecuencia.
#3: Garra negra del hámster
Una o más garras de color oscuro a negro no son infrecuentes en los hámsters, especialmente en los animales más viejos.
Incluso si inicialmente tenían garras transparentes o blanquecinas, éstas pueden pigmentarse de forma diferente con el tiempo.
Se trata de una evolución normal que no es motivo de preocupación. La coloración oscura dificulta el corte, si es necesario, pero no afecta a la consistencia de la garra.