Sobre todo si tu hámster ha comido algo malo o peligroso, probablemente te preguntes si puede ayudarse a sí mismo vomitando.
Pero, ¿pueden vomitar los hámsters?
En este artículo encontrarás la sorprendente e impactante respuesta.
¿Pueden vomitar los hámsters?
No, los hámsters no pueden vomitar. Al igual que otros roedores y caballos, esto no es anatómicamente posible. Esto supone un riesgo considerable, sobre todo en caso de envenenamiento u obstrucción del tubo digestivo.
Esto significa que tu hámster no puede defenderse en caso de envenenamiento, náuseas o malestar estomacal.
Una constatación importante
Al final del artículo veremos cómo actuar en estos casos.
¿Por qué no vomitan?
Es importante saber cómo digieren los alimentos los hámsters.
Como ocurre con otros roedores, los músculos del tracto digestivo son muy débiles. Esto también afecta al peristaltismo. El peristaltismo es el movimiento ondulatorio del esófago y los intestinos que se produce, por ejemplo, al tragar y sirve para transportar los alimentos.
Debido a su débil musculatura, los hámsters necesitan ingerir numerosas comidas pequeñas y comer con mucha frecuencia a intervalos cortos. Esta es la única forma de desplazar el alimento por el esófago, el estómago y los intestinos hasta su excreción.
Por eso también se le llama molleja.
En cambio, el vómito no es posible, ya que los músculos no pueden contraerse con suficiente fuerza. Aunque el hámster tenga arcadas, el quimo no es transportado hacia arriba desde el estómago.
Sin embargo, a veces puede parecer que el hámster ha vomitado…
Hay algo en la conejera que parece vómito, ¿qué es?
Tanto si observas que tu hámster tiene arcadas como si encuentras lo que parece ser vómito en la jaula: No se trata de vómito ni del contenido del estómago.
Si el hámster tiene arcadas y luego deja de comer, simplemente ha vaciado las bolsas de sus mejillas. Si encuentras algo en la casa del hámster que parece vómito, también podría ser el contenido de las bolsas de las mejillas.
Sin embargo, también podría ser diarrea, algo habitual en los hámsters. Como la digestión no está completamente terminada debido al trastorno, todavía puede haber restos de comida reconocibles en ella. Debido a esto y a la consistencia entre líquida y blanda, puede parecer vómito.
Si quieres estar seguro de lo que es, examina a tu hámster.
La diarrea suele dejar marcas en el pelaje de la zona del ano e incluso puede volverlo pegajoso.
Por otro lado, las bolsas de las mejillas completamente vacías a pesar de la presencia de comida pueden indicar que el roedor las ha vaciado.
Sin embargo, esto no suele ocurrir fuera del nido. Por tanto, este comportamiento sugiere que el hámster ha ingerido algo en mal estado o que sufre náuseas.
Éste es precisamente el peligro de que los hámsters no puedan vomitar.
Si han comido algo que puede ser venenoso o peligroso por alguna otra razón, no pueden eliminarlo de su cuerpo antes de que haya pasado por todo el tracto digestivo.
Por lo tanto, incluso grandes cantidades de pelo o fibras textiles ingeridas durante el aseo pueden ser problemáticas. Esto se debe a que, a diferencia de los gatos, no pueden excretarlas mediante arcadas y vómitos antes de que lleguen a los intestinos.
¿Qué hacer si tu hámster tiene malestar estomacal o náuseas?
Si sospechas que tu hámster tiene náuseas o dolor de estómago, debes actuar con rapidez.
Los posibles signos de que ha comido algo que no tolera son
- pelaje hinchado
- respiración acelerada
- estómago duro e hinchado
- Arcadas
- Vaciado de las bolsas de las mejillas fuera del nido
- Inquietud o letargo
- Diarrea o ausencia de heces
En estos casos, consulta inmediatamente a un veterinario. Lo ideal es saber qué ha comido el hámster en los últimos días y si, por ejemplo, ha tenido acceso a plantas de interior o ha roído material inadecuado.
Esta información permite al veterinario acotar la búsqueda del problema y, por tanto, actuar con mayor rapidez y de forma más específica. Esto se debe a que una obstrucción intestinal o un bloqueo grave causado por fibras de tela o pelos del pelaje requiere un enfoque diferente que el envenenamiento causado por plantas de hoja o alimentos inadecuados.
¿Qué hacer si el hámster ha comido algo inadecuado o venenoso?
Lo único que puedes hacer es consultar a un veterinario. Sigue ofreciéndole agua al animal para diluir las toxinas que haya podido ingerir y ablandar cualquier obstrucción.
Lo ideal es llamar con antelación al veterinario o a una clínica veterinaria cercana, ya que se trata de una urgencia y puede ahorrar un tiempo valioso.
Esta llamada también le indicará si dispone de los antídotos necesarios o si debe ser derivado a otro veterinario.
Prevención
Como siempre, más vale prevenir que curar.
Si quiere evitar el envenenamiento, el estreñimiento o una obstrucción intestinal en primer lugar, los siguientes consejos le ayudarán.
Nada de tela en la jaula
Las cuevas para dormir, las hamacas y otros muebles de tela parecen inicialmente una buena elección para el hogar del hámster. Son acogedores, suaves, se pueden lavar y tienen un efecto calorífico.
Sin embargo, suponen un peligro considerable para tu hámster.
Como roedor que es, las roerá más pronto que tarde y puede ingerir fibras en el proceso. Estas fibras pueden enredarse y obstruir el estómago o los intestinos.
Como la papilla de comida ya no puede ser transportada por el tubo digestivo y excretada, fermenta en exceso. El resultado es un estómago hinchado, un dolor considerable y la muerte de la zona afectada. Esto supone un grave peligro para la vida.
Cuidar el pelaje
Al igual que las fibras textiles, el pelo del pelaje también puede causar obstrucciones o bloqueos.
Esto afecta sobre todo a los hámsters de pelo largo durante el cambio de pelaje o la caída del pelo. El cepillado regular puede ayudar a cuidar el pelaje y a eliminar el pelo suelto.
También puede ofrecerle un baño de arena, que elimina el pelo así como la suciedad del «baño seco». Las superficies rugosas, como trozos de corteza, también son adecuadas. Tu hámster puede frotarse contra ellas y conseguir un resultado similar al peinado o cepillado.
El número de pelos ingeridos se reduce considerablemente y disminuye el riesgo de obstrucción intestinal.
Coloque las plantas frondosas fuera de su alcance
Una bonita casa de madera para hámsters rodeada de plantas de interior es muy decorativa.
Sin embargo, también supone un peligro.
Las hojas que caen o los brotes que se descuelgan pueden ser interpretados por su hámster como una invitación a servirse de la vegetación fresca.
Con un gran número de plantas ornamentales, esto puede acabar en envenenamiento.
Ten en cuenta también que tu hámster puede escaparse de la jaula aunque tengas mucho cuidado. Por tanto, las plantas de interior venenosas nunca deben estar al alcance de los animales.
En las inmediaciones de la casa del hámster sólo deben colocarse plantas que sean absolutamente seguras para él.
Elige la comida adecuada
Averigua todo lo que puedas sobre lo que tu hámster puede y no puede comer.
Esto no es tan fácil como crees.
Por ejemplo, puede comer trozos pequeños de manzana, pero la piel y las semillas de la fruta son perjudiciales.
Lo mismo ocurre con las uvas.
No hace falta que el alimento sea venenoso para provocar náuseas, malestar estomacal e indigestión. Incluso una cantidad excesiva de lechuga iceberg puede causar malestar.
Mantén alejadas las toxinas
No siempre tienen que ser alimentos o plantas los que pueden causar intoxicaciones.
A veces, los residuos de productos de limpieza en la jaula son suficientes para suponer un peligro para tu hámster. Si lame los barrotes o la bandeja del suelo, puede ingerir residuos.
Por lo tanto, a la hora de elegir, asegúrate de que sólo utilizas productos seguros para los animales de compañía.
Nota final: Vaciar las bolsas de las mejillas fuera del nido también puede indicar un problema distinto de las náuseas. Por ejemplo, puede haber una obstrucción y la comida no puede sacarse completamente. Entonces, el hámster seguirá intentando raspar los restos. Una visita al veterinario también es esencial en este caso. De lo contrario, pueden formarse inflamaciones y abscesos.